Olores incomodos
Mi casa huele a frijoles quemados, no se rian.
Es que mi abuela dejo la olla en la lumbre y se fue a dormir, cuando llegue a media cuadra de mi casa el olor ya era insoportable y cuando cruce el umbral quede fumigada. El olor no desaparecio hasta dos dias despues y yo sentia que ya era mi aroma natural.
Por eso se me ocurrio escribir acerca de las situaciones en las que de repente un olor fetido hace su aparicion y nos hace sentir asco, pena ajena... o propia jaja. Lo anterior considerando que no en vano me dicen Grenouille (como el personaje de El Perfume) pues tengo el olfato mas sensible y extraño del oeste.
Por ejemplo cuando vas en un elevador con varias personas y de repente empieza a oler a gas... pero estomacal, juar juar, la verdad me ha pasado y es asqueroso porque aparte de que el olor se encapsula en el pequeño espacio todos intentan descubrir al culpable a traves de la mirada, y el infeliz es el que se ha bajado en el primer piso.
Otro ejemplo es cuando vas viajando en el metro a horas pico y entre empujones y apretones llegas a quedar a lado de algun señor al que se le olvido ponerse desodorante. Eso francamente es muy desagradable, y mas cuando llevas mas de tres estaciones a su lado.
Ni que decir del olor a eructo de torta de huevo con chorizo y harta cebolla, tambien muy caracteristico del metro entre las 6 y las 8 de la mañana.
Algo parecido sucede cuando entras al salon media hora de iniciada la clase, pues a esa hora las transpiraciones de todos ya se han mezclado para formar un aroma extraño, como sudoroso.
Bueno, no viene a mi mente otra situacion desagradablemente olorosa, pero si ustedes conocen alguna haganmela saber, plis.
Etiquetas: COTIDIANIDADES, PARA REIR UN POCO
1 comentarios:
Ya te agregué al blogroll.
Si está chido, verdad? Es que es más fácil ver cuándo publicas y así.
Pero si no quieres, pues lo quito.
Dijiste alguna vez que la idea es que tu blog fuera más privado? o aluciné?
En fin.
Pasando a otras cosas, el sentido que menos desarrollado tengo es el olfato. O sea, menos desarrollado es un eufemismo para decir que algo tiene que oler muy fuerte para que yo lo perciba. Para bien o para mal.
O sea, ocho litros de perfume o no lo huelo. Pero igual me ahorro las pestes del metro y así.
Tiene sus ventajas.
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